En la finca "El Parque", nos encontramos con una exclusivísima oferta de tres alojamientos rurales, emplazados en un paraíso natural único en la región.
Una casita, de estilo modernista, construida en 1910 que se utilizaba como pabellón para los invitados de la casa principal de la finca y, tres típicas casas huertanas, que antaño fueron las viviendas del encargado y de los guardas de la finca. La remodelación respetó, en esencia, la estructura primitiva de los edificios, si bien han sido equipados a fin de adecuarlos a las necesidades contemporáneas.
"El Parque", finca de 25 hectáreas a la que se accede por un camino particular, es un paraje de enorme valor medioambiental y de extraordinaria belleza. La finca, ofrece tres ambientes diferentes para pasear.
En primer lugar, las huertas de naranjos, limoneros, pomelos, mandarinos, higueras y granados que se delimitan con caminos y avenidas adornadas de filas de rosales, cipreses y palmeras, muchas de ellas centenarias. En las intersecciones se abren plazuelas con bancos, estanques, maceteros y esculturas.
En segundo, lugar la ribera del río Segura con un bosque selvático de eucaliptos, álamos, olmos, taráis, sauces y más palmeras.
Y por último, una tercera zona de rocas, cactus, pitas, algarrobos y pinos que a pesar de su aridez, también es de gran belleza. El clima templado, y el extraordinario paisaje, hacen que el visitante tenga la sensación de haber sido transportado a un país lejano y exótico.
El origen de esta extraordinaria finca ajardinada, se remonta a finales del siglo XIX cuando su propietaria decide hacer de este lugar, un parque rodeando su aristocrática mansión que le recuerde a su querida Cuba natal. La preciosa casa está pintada de ocre, tiene ventanas inglesas de madera y unas buganvillas trepadoras que llegan hasta el tejado, cubierto con una singular teja alicantina teñida de negro. |